sábado, 31 de mayo de 2008

Vegetales y cuales

Por lo visto, tengo un corazón de patata. He estado investigando , en principio no es malo y, funcionar, funciona, para muestra un botón.
Tengo un corazón de patata, como decía y, ahora que lo se, pues que quieres que te diga...no me parece mal, no. La patata se puede hacer cocida, al horno, estofada, frita, a tiras, a cubos, mal cortada, de acompañamiento, de primer plato, rellena, tal cual, con mayonesa, con aceite, sal y pimienta, en tortilla, en bolsa, deconstruida, en puré... ¡hasta al microondas!.
Tengo un corazón de patata, y la patata es muy socorrida; es un recurso fácil, comedidamente económico, a muchísima gente le gusta, tiene un nombre muy fotogénico, es un mote universal, de fácil pronunciación...
Tengo un corazón de patata, y a ella, la patata, le gusta cruda.

lunes, 26 de mayo de 2008

Notas, la ausencia de tu

Motonosmia, la:
1. f. Igualdad de tono en la voz o en la música.
2. Falta de variedad.
3. Contestación desatinada ante la pregunta ¿és suyo este vehículo? normalmente formulada por agentes de la ley, propietarios de vados y demás personas involucradas en un estacionamiento indebido.

Quiso Dios que errara en la acción resolutiva del conflicto. Lo quiso, lo creyó pertinente y claro, como él es él, tampoco pregunta primero, hace y se atiene a sí mismo y a su propia voluntad. Tantas franquicias abiertas le suben el ego a cualquiera...pero no es consciente que, desde que prohibieron el monopolio, la competencia ha subido enteros en el ranking, hasta la abstencion se ha puesto en el top ten. Pero él sigue ahí, partiendo y repartiendo, de buena fe, pero no de tal atino. De todas maneras, tampoco había mucho que rascar; al caso la situación era como un Brasil - Andorra, que ya lepuedes poner fe, pero a lo máximo que aspiras es a salir guapetón en la foto...
¿Y el conflicto en sí?, pues nada extraordinario, cosas que pasan...la motonosmia de siempre.

domingo, 18 de mayo de 2008

De lo primero, la P

Tuve que hacer verdaderos esfuerzos para respirar. No recuerdo en mi vida otra sensación tan angustiosa... Las palabras que acababa de escuchar me habían reducido a escombros por dentro y algo que no podría llamar miedo, pero que se asemeja a cualquier terror al que me haya enfrentado jamás, me embargaba la vida, una vida que de pronto vi muy efímera. Dejé de ver a la persona que tenía delante, asentí con la cabeza a lo que fuese que me estaba diciendo, me levanté de la silla y me quedé quieto por unos segundos delante de la puerta, dudando si girarme para descubrir que todo había sido una broma, para llorar, para pedir clemencia, para gritar, para parar, para volver atrás, para algo que me sacara de allí o de mí. No me giré, aunque quizás lo debiese haber hecho; abrí la puerta y no noté que tenía los ojos cerrados hasta que los abrí, convencido de que estaba cerrándola tras de mí. ¿Cuando cerré los ojos?. ¿Por qué?. Aún no tengo respuesta, pero lo primero que ví no fue aquel angosto pasillo lleno de puertas, ni al matrimonio de ancianos que esperaban,no. Estaba justo donde estoy ahora, en una enorme esplanada de hierba roja que llega hasta el horizonte. No hay árboles ni nada, sólo hierba roja y un cielo verdoso, muy luminoso, sin nubes, sin Sol, sin pájaros. Quizás me haya desmayado...sí...ha de ser eso, habré perdido la conciencia...
-¿Cuanto tiempo más vas a estar pensando?
-¿Quién ha dicho eso?
- Tú y yo, por supuesto.
-¿Cómo?
- Buenooo, vale, vale. Vamos a hacer una cosa; como esto puede ser un diálogo de besugos y tú no estás para estos trotes, dejemos que venga él y nos eche un cable, ¿qué te parece?
- Pero...
Y así, gracias a estas palabras entre yo, o sea, él, a formar parte de esta historia...o lo que sea, porque si no, estos dos, no se van a aclarar. Déjame que a partir de ahora sea yo quien te lo explique, y que estos dos vayan haciendo...¿te apetece?

(work in process)

jueves, 15 de mayo de 2008

Sin medicación no hay postre

-¿Tú qué eres?
- Soy un pensamiento, y vivo en esa burbuja de ahí.
-¿En esa de colorines?
- No, en la transparente, la otra es Fairy.
- ¿Y qué es Fairy?
- Algo muy poderoso.
-¿Más poderoso que...que el amor?
- Mucho más poderoso, si no, que se lo pregunten a los de Villa-Arriba.
- ¿Esos son pensamientos también?
- Bueno, hacen buenas paellas.
- ¿Y viven en burbujas?
- No, pero tienen calcetines de algodón.
- ¿Algodón?
- Sí, algodón, algo 100 % como pocos.

Miedo, la mitad

02:00 zulú
El comando esta infiltrado en una base enemiga; nos hemos infiltrado como prisioneros. A primera hora les hemos hecho creer que nos entregábamos, para no levantar sospechas.
02:14 zulú
Han entrado cuatro soldados enemigos a nuestra celda para coger a uno de nosotros y llevarlo a la sala de interrogatorios. Al principio no sabian a cual coger, pero Billy ha utilizado la psicologia inversa y a base de llantos y ruegos de piedad ha conseguido ser seleccionado. Es un gran conocedor del arte de la guerra.
02:15 zulú
No sabemos con certeza dónde está la sala de interrogatorios, pero podemos oir a Billy gritando y llorando, sólo él es capaz de actuar tan bien, los tiene totalmente engañados.
04:34 zulú
Han traido a Billy. Es un honor servir a su lado. Domina tanto su cuerpo que se ha hinflado todo entero, se ha desviado la nariz y se ha desprendido de dos terceras partes de su dentadura. Desconocía lo que puede llegar a retorcer los huesos este muchacho. Ha dejado tras de sí un reguero de sangre para que podamos descubrir el camino hacia la sala de interrogatorios, y para mas in-ri, se ha quedado inmóvil en el sitio de la celda en el que lo han tirado. Aún así, ha sido capaz de debilitar al enemigo; los cuatro soldados han llegado perdidos de sangre, sudando como cerdos y con las manos hinfladas. Este Billy es el orgullo del comando y del cuerpo.
05:21 zulú
Billy sigue quieto. No se mueve ni para respirar, salvo cuando hace como si se convulsionase y solloza palabras que no entendemos. Gracias a su actuación nunca levantaremos sospechas.
05:22 zulú
Los cuatro soldados vuelven. Esta vez me señalan a mi, creo que ha llegado la hora..Espero que hayan desayunado fuerte, porque les voy a amargar el almuerzo.
08:53 zulú
Fueffo a fa fefda. Fef ef fafo fo fullo, fara fe afrendan efftof craffonef. Afora fonofen el foderf de nueffto effefito. Y Fylly figue fietefito, fin foferse, ef un fieda effte Filly.

lunes, 12 de mayo de 2008

Nos conocimos con las manos manchadas, y las manos manchadas nos dádamos sin pudor.
Con las manos manchadas nos abrazamos, y con las manos manchadas ahora sólo quedo yo.
- No me puedes pedir eso...
- No te lo estoy pidiendo, simplemente te digo que saltes.
- Sabes que no puedo.
- Como si fuese la primera vez...
- ¿Qué quieres decir?
- ¿Qué quieres hacer?
- No te entiendo...
- De sobras me entienes
- ¡Pero háblame claro!
- ¿Ves? a eso me refiero. No voy a explicarte lo que ya sabes, esta vez no te lo voy a servir en bandeja. Mis palabras no van a volver a darte coartada, asi que...salta.
- No voy a dejarte solo.
- ¿Ah, no?
- No.
- ¿Y por qué estoy hablando solo?
- Quizás porque yo soy más tú que tú mismo.
- Quizás... pero salta.
Nos conocimos con las manos manchadas, y las manos manchadas nos servían de unión.
Nunca aquellas manchas significaron nada, pero tú te las limpiaste... y yo no.

jueves, 8 de mayo de 2008

Berberechos y obligaciones

Y me susurró al oido, diciéndomelo todo. No sabía que hacer ahora que ya lo sabía. Ella se separó de mi lo justo para mirarme a los ojos, yo me perdí en los suyos. Dejó de importarme todo, el universo se esfumó en esa mirada, y con el universo, una parte de mi que no volvería a recuperar nunca.
Cuando volví al mundo real ella se alejó hasta que la perdí de vista. Mientras se alejaba notaba el eco en mi cabeza, luego el vacío, y luego... luego la locura; mil palabras se agolpaban, gritaban, querían ser liberadas, pero yo estaba mudo.
¿Qué iba a ser de mi?. ¿Qué podía yo hacer?. Notaba los latidos de mi corazón en las sienes. Por un momento recuperé la cordura y mi mente iba muy revolucionada, barajando posibilidades, soluciones, la mejor manera de proceder. De repente, un nuevo parón en mi interior...sí, ya sabía lo que hacer, así que me subí la bragueta y dignamente me bajé del vagón.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Historia colectiva

3:00 A.M., suena el teléfono… Un resoplido de resignación, enciende la luz y descuelga. Es ella…habla entrecortada, medio llorando y le pide verle. Quedan en una hora, en su casa. Él cuelga y se sienta al borde de la cama. Vuelve a resoplar y busca en el cajón de la mesita un papel doblado; lo desdobla y lo lee, otra vez, lo vuelve a doblar cuidadosamente y lo mete en la cartera de bolsillo que está encima de la mesita. Mira hacia la mujer que está desnuda durmiendo al otro lado de la cama y que duerme tan profundamente que no se ha enterado de la llamada. Apaga la luz y se levanta de la cama; una ducha rápida y poner cuatro cosas dentro de su mochila es lo que tarda en partir hacia el punto de encuentro.

4:10 A.M, Aparca delante de un bloque de pisos de las afueras; la zona no es muy acogedora, pero al fin y al cabo él se crió y creció en ese barrio y no le desagrada en absoluto, lástima del motivo que le ha hecho volver. Desde el coche alza la mirada y comprueba que hay luz en la ventana del cuarto piso. Niega con la cabeza todos los pensamientos que le pasan por la cabeza, coge su mochila y sale del coche en dirección a la porteria; no le hace falta tocar el timbre, la puerta principal está abierta. Mira el ascensor y las escaleras, hace un gesto de desaprobación y escoge las escaleras. Al llegar al cuarto piso ella le está esperando en la puerta. Él se dirige directamente hacia a ella, que retrocede sin dejar de mirarle hasta estar dentro de la casa, él cierra la puerta y ella se lanza a abrazarle y a llorar desesperadamente.

4:17 A.M. Ella se sienta en el sofá sin dejar de mirarle a los ojos, mientras él coge una silla y se sienta justo en frente de ella. Él todavía no ha abierto la boca, tiene un gesto bastante serio, pero para nada severo. Ella tampoco habla, el silencio que reina en la casa habla por los dos, sus miradas dicen mucho más que cualquier palabra que pudiese salir de sus bocas. El tiempo parece haberse detenido. De repente, el rostro de él parece relajarse y adquiere un tono de benevolencia. Se levanta, deja la silla en su sitio y se sienta al lado de ella en el sofá. Ella murmura: “Yo…” y él la interrumpe diciendo: “Ahora no…” Él se acomoda en el sofá y ella se acurruca a su lado, cerrando los ojos que no paran de llorar. Él la acaricia suavemente notando como los temblores y los sollozos van cesando poco a poco, hasta que se relaja del todo y se queda dormida. Él alarga el brazo y apaga la luz del interruptor que hay al lado del sofá. A oscuras, en una casa que no le es extraña, sigue acariciándola, sin cerrar los ojos y sin cesar de procesar los miles de pensamientos que circulan a alta velocidad por su cabeza.

lunes, 5 de mayo de 2008

Encogiendo los hombros

Sabiéndolo, no se donde estas... ¿Lo nuestro fue un contrato de servicio y obra o una diplomatura no homologada de la que nos falta el proyecto final? Yo juraría que hubo cuando nos lo creíamos y que, a destiempo y por motivos X, perdimos la fe el uno en el otro. Es tontería el plantearse responder, pero aún así, tengo dudas. ¿Que eres de mi y que soy de tí?
No me gustaría que estuvieses sola, pero no sabría estar contigo y más allá de si me duele o si es puro ego, me planteo si debería, pero porque durante mucho tiempo formaste parte de mi mundo, moraste un castillo de los que hay en mi propio reino, y fuiste motivo de algunas de mis cruzadas contra molinos de viento, por eso y por cosas aún sin etiquetar, sé donde estás y, sabiéndolo, lo desconozco.
No sois vos mi Bella Dama, ni un motivo de pleitesía, pero que me ardan las entrañas si miento, que aunque sin vos yo no me muero, a su menester acudiría.
Quiera la confusión hacerse reina de mi pobre entendimiento, que es otro mi pensamiento, pero que se trata de la lealtad que hubo en su día.
Brindo por tu recuerdo, que me esconde la verdad y el saber a ciencia cierta, que si no nos hubiese faltado la fe, tendrías como tuvistes, un hombro con el que contar.

domingo, 4 de mayo de 2008

Si amanece y ves que estoy despierto....

¿Es estrictamente necesario terminar una historia con un rotundo "fin"? La verdad que es un convencionalismo eficaz, pero también estila el llegar a una conclusión que encierre y cierre, englobe y exponga la consecuencia a una serie de hechos, o a un hecho en concreto, ¿no?, no se...
Justifico esta introducción por ser una sustitución del principio y desarrollo de una historia que al cierre de estas lineas va a concluir. No voy a resumir el qué, ni el como, ni el cuando, ni el por qué, es más, hago por no hacerlo simplemente porque esta historia así lo requiere; es una historia sin historia, que para la historia (la mía, con su beneplácido) queda. Lo único que me hierve y no puedo contener es la licencia de la reflexión ante el mérito, el orgullo de una recompensa, lo justo por sorpresa, lo comido por lo servido, lo efímero de lo eterno (hasta que el recuerdo nos separe) y lo grato por sí mismo.... Feliz Infinita Novedad

sábado, 3 de mayo de 2008

Noches de mango y sartén

Noche de luna llena en un lugar demasiado desapercibido como para que importen los gritos, menos si ya estás ahí.
Ya tiene a todas sus víctimas, cazadas una a una. Anticipándose a sus movimientos, burlando la escasa luz y aliándose en las sombras han ido cayendo todas menos una, la última, la que acaba la partida, la que lo hace ganador, y la tiene muy cerca...
Una vez más, sus pasos enmudecen, su respiración se ralentiza, y sus sentidos trabajan al unísono. Algo es diferente esta vez, quizás esta última pieza es más inteligente, o ha sido un golpe de suerte, pero se ha dado cuenta de su presencia. Dos miradas se encuentran y empieza una persecución desesperada; la perseguida no quiere acabar, el perseguidos esta sólo dos pasos por detrás de la victoria.
Un considerable desnivel en el camino hacen coger ventaja a la que se niega a ser víctima, cada vez está más cerca de la salvación. El cazador se imprime más ritmo pero no la alcanza, por primera vez en toda la noche ve peligrar su trabajo. A pocos metro vista, divisa a todas las víctimas del despiadado que la persigue; ahí están, apoyadas en una pequeña fuente, medio apiladas. La escena le sacude en el cerebro y junta todas las fuerzas que le quedan para correr aún más rápido, si cabe, por ella y por los demás, para que no gane, esta vez no.
El cazador se da cuenta segundos antes de que pase, que ya ha acabado todo, que se le ha escapado su oportunidad. Está a punto de perder....deja de correr para desplomarse de rodillas en el suelo. Con los brazos en cruz, rompe el silencio con un grito que, de estar un poco más cerca de algo, hubiese estremecido a quien lo hubiera escuchado.
Ella sonrie, ha dejado de ser víctima, pero aún desconfía, asi que sigue corriendo hacia esa pequeña fuente donde descansan las que no lo consiguieron. Pone su mano en la piedra y con la voz repleta de orgullo, exclama:
- ¡Salvo por todos mis compañeros y por mi primero!
Arrodillado, con los brazos en cruz, cansado, casi sin aliento....y te toca volver a parar.

jueves, 1 de mayo de 2008

Retransmisiones y objetivos

-Vayamos por partes.... si un impacto vendría a ser la masa inercial de un cuerpo por su aceleración y ponemos que dicho cuerpo tiene de por sí una masa robusta y contundente, que su aceleración es para tomar en cuenta y que el lugar de impacto es, a mi modo de ver, muy poco apropiado, yo diría (y que quizás me precipite, ojo) que la inminente colisión de esa pierna con lo que vienen a ser mis testículos, va a acarrear una serie de reacciones en cadena que dudo sean de mi agrado, y mucho menos me aporten nada positivo,¿no?
Efectivamente, él estaba en lo cierto. Aquel impacto le generó una descarga electrica que le recorrió la espina dorsal para acabar en su cerebro. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Su espíritu se elevó. Su cuerpo se desvaneció chocando precipitadamente contra el suelo; rebotó dos veces para ser exactos, y dos veces más a causa de sendos espasmos.
Tuvo unos microsegundos de gloria, en los que dejó de notar dolor alguno. Los aprovechó para mirar fijamente al promotor de tal acción. Su mirada fue fría, dura, penetrante...pero no lo suficiente, ya que ni el tiempo de duración ni la intensidad de la misma sirvieron para inflingir arrepentimiento, miedo o cualquier otra sensación de retracción a su verdugo, el cual se debatía entre emprender una segunda acción similar o aportar otra totalmente diferente; no por saña, ni mucho menos, si no como muestra de recursos y capacidad de improvisación. Curiosamente, ese día estaba muy,muy inspirado.

(work in proccess)