jueves, 26 de junio de 2008

que si quieres arroz, Catalina

-Toc, Toc
-¿Quién es?
-Avón, que llama a su puerta
Efectivamente, era avón, un io uta, un egraciao, pero la puerta ya estaba abierta.
-¿Qué quieres?
- Tu alma o cinco minutos de tu tiempo
-¿No tendrás cambio de veinte minutos, no? es que voy justo de alma
- Bueno, lo dejamos asi y ya, si eso, otro día me los das...¿te acordarás?
- Como de la fecha del bautizo de doña Eldegilda Manucci Trespiernas
- Siendo así, lo daré por bueno.
- Y de lo bueno lo mejor, no se vaya usted a pensar.
- No, descuide que, pensar, lo justo, yo soy más bien ligerito.
- Pues entonces perfecto, no se me haga el pensado y váyase ligerito hacia otros lares, que yo en cuanto me amnesie de lo desdicho, le daré lo suyo.

domingo, 15 de junio de 2008

Parchís, jesús

Y esta mañana, a mi partida, su ventana estaba vacía, ergo no pude dedicarle la hazaña venidera de dudoso desenlace y mucho menos encomendarme a su gracia ni ser bendecido por su beneplácito. Armado, repleto de coraje y de propósito claro y conciso, esta mañana me dirigía al destino con la merma del vacío de su presencia; no eran buenos augurios pero tampoco excusa para anular la cruzada.
Esta tarde he llegado al campo de batalla y estaba vacío... Ni señal del enemigo, ni rastro de algún indicio que me indicara que había habido presencia alguna anterior a la mía, un paraje desierto y solitario. La primera impresión era que había errado en la ruta, pero no era así, quizás en el momento de llegada...pero tampoco, cumplía todos los requisitos de la cita. No me ha quedado más remedio que permanecer alerta y aguardar la llegada del rival.
Ya es de noche, he perdido un poco la compostura, la motivación y casi el sentido de mi presencia en este lugar, y ha sido justo en el momento en el que esta reflexión ha venido a mi cuando me he dado cuenta de que en ningún momento estaba equivocado en nada, a excepción de una sola cosa; el enemigo había partido conmigo, estaba en el lugar a la hora acordada desde el momento que pisé el campo de batalla, y aguardaba tanto como yo.
Viven en mí los demonios y los ángeles que hacen de mi vida las desventuras y venturas con las que consigo obtener una razón para existir. Viven en mí en lucha constante, siendo mi papel el de todos ellos y el de ninguno; soy reo, acusador, defensor, juez y jurado, verdugo y salvador de un mundo que apenas se dislumbra desde mi interior, y que cuya lucha pierde sentido cuando, por las mañanas, al partir, solo contemplo una ventana vacía.

jueves, 12 de junio de 2008

Níspero, que tengo prisa

Nos cruzamos en el rellano del bloque en el que crecí, del que me fuí y al que he vuelto. Protocolo correcto de saludos y preguntas de interés y respuesta elípticas. Un cordial y diplomático ofrecimiento a aliviar la carga que acarreaba dió paso a una conversación más personal y concreta. Los ojos se le llenaban de lágrimas al recordar, muchos sentimientos amalgamados en la memoria, quizás traicionada parcialmente por el tiempo y predominantes momentos felices como protagonistas, pero con un claro resultado final; cariño.
Cariño puro y duro, así se resumían tres décadas y algo más de un lustro de un día a día con sus nubes y sus soles, sus lluvias y sus brisas, sus excesos y sus ausencias. Y un sentimiento que a falta de nombre, veía la luz navegando por lágrimas que se negaban a abandonar unos ojos que en ese momento miraban en el tiempo.
Bonita reflexión para unos tiempos, la mayoría de los cuales, los viví mirando hacia arriba. Ahora que hace unas cuantas primaveras que miro de frente, y con la conciencia de los colores que he encontrado, y a falta de completar de lejos la paleta de mi vida, se me antoja un pensamiento encadenado a una sonrisa muy personal; algún día, alguien le mentará a uno de los míos tiempos que recordar, y quizás haya en esa conversación lágrimas tímidas que se asoman en los ojos de la memoria, fruto del mismo sentimiento que me refresca cosas que siempre merecerán la pena por ser tan naturales como eso, ser.

miércoles, 11 de junio de 2008

la T, como mi corazón y el mister

Te(la)pelatía:
1. f. Coincidencia de pensamientos o sensaciones entre personas generalmente distantes entre sí, sin el concurso de los sentidos, y que induce a pensar en la existencia de una comunicación de índole desconocida
2. f. Transmisión de contenidos psíquicos entre personas, sin intervención de agentes físicos conocidos.
3. f. Total absentismo de interés y caso omiso al ritual de cortejo masculino no verbal.

Hoy sí que sí; aim jast a jigoló; aspecto impecable en la medida de lo posible, predisposición, exaltación de los sentidos y la percepción, afiladas y precisas capacidades de comunicación, argumentos, recursos y buen humor.
Hoy sí que sí: acuerio; el mejor lugar y en el mejor momento, aforo completo pero de libre circulación, música propicia y de buen talante, armonía de la concurrencia, afabilidad en el servicio, vibraciones positivas.
Hoy sí que sí: güen a men lof a güoman; cruce de miradas, intercambio de sonrisas, unidirección, acercamiento, pausa dramática, salva de sonrisas a corta distancia, acercamiento pausado y constante, ausencia de pestañeo.
Hoy sí que sí: little frank, the chocolateman; dilatación excesiva de pupilas, inminente cataclismo, movimiento de la cobra, expresión facial de perplejidad, breve resumen mental de los hechos inmediatamente anteriores, frase lapidatóriamente absurda, segunda recapitulación de acontecimientos, respuesta brillante tres horas después en el punto de partida.

martes, 10 de junio de 2008

hablando los guisantes no son más felices, pero siguen siendo redondos

-¿Pinta labios?
-Sí
-¿Y esa colonia...la colonia?
-Sí
-Creo que sigues avergonzada.
-.....
-No tienes por qué, sigue siendo algo entre tú y tu mente, que yo lo sepa es algo que no se pudo evitar
-Pero lo sabes
- Como tantas otras cosas. Ya he demostrado que es algo circunstancial, ni hago porque así sea, ni me beneficia lo más mínimo.
-Pero lo sabes
-¡Qué orgullosa!
- Y tú, que cerdo...No tenias ningún derecho, y por mucho que fuese involuntario, me quitaste algo que no me vas a poder devolver en la vida.
-Él no lo sabe
-¿Y qué?, pero tú sí. Él no lo entendería, se sentiría traicionado, vejado, denigrado, malvendido, ....
-¡Ey, ey, ey! Que sólo lo pensaste, y no va a pasar nunca de ahí.
-¡Te deseé! Y lo hice despierta, no tengo excusa, él nunca ha echo nada para merecerlo, y que tú lo sepas, lo convierte en algo más sucio.
-Porque tú quieres que sea así. Me deseaste porque fui el primero que pasé por tu cabeza,pero sabemos de sobras que fue un "accidente". Casi como esta conversación, com tu enfado postizo, como la pareja de gemelos de Inés... Pero en verdad, es a él al que quieres, al que deseas, con el que consumas, él es lo que quieres, y viceversa.
-¿Tú me deseas?
-¡Vaya pregunta! Ni te lo plantees, porque, tanto si te digo que sí como que no, tu cabeza va a seguir maquinando, y no vas a poder controlarlo, entonces es posible que seamos más de dos los que sepamos lo que no se puede saber ( si acaso es algo tan grave....)
-¿Tú me deseas?
-Demasiado, pero no lo suficiente
-Esa no es una respuesta
-Esa no es una pregunta, pero te sienta francamente bien.

sábado, 7 de junio de 2008

Sin título por no haberlo

Pasan desapercibidas las palabras y no corren mejor suerte por ser escritas o dichas, simplemente pasan desapercibidas. Digan lo que digan esas palabras, quedan reducidas a lo que se quiera obtener de ellas al recibirlas; bienaventuradas aquellas palabras que son acogidas con plenitud, pues ellas representarán aquello para lo que fueron concebidas y su mensaje no quedará a la deriba del extenso mar de la divagación.
No se qué decirte, no se qué darte, no se qué hacer mas que estar cerca, tan cerca como siempre he estado, y en silencio. Esta vez no puedo hablar sin que suene a más de lo mismo, a nada, a barato, por mucha verdad que mencione y muy sentido que sea el tono, esta vez, no se qué decirte.
Quisiera ser otro yo, un yo que te proporcione lo que necesitas, pero solo soy yo, y como siempre, es lo mejor que te puedo dar.
En mis abrazos te subrayo, en mis pensamientos te escribo con mayúsculas, y en mis sentimientos te abrazo y te pienso. Pero sigo siendo yo.
Creo en tí como en mí mismo, eres mi fe y parte de mi credo. Tus risas me laurean, el saberte me reafirma, porque siendo tú, sigo siendo yo. No puedo caer cuando caes, no puedo llorar cuando lloras, y no puedo aliviar cuando te duele, pero sigo siendo yo, y más si se trata de tí.
Este saco es muy pequeño para todo lo que hay que meter dentro, mi cielo, pero coseremos uno más grande que cargue sobre dos espaldas hasta que deje de pesar, hasta que deje de ser necesario, hasta que no haya saco.

jueves, 5 de junio de 2008

Si te dicen que caí y a vel....

Si te dicen que caí, no pienses que fue porque quise,
que si caigo, es por abatares del destino.
Si te dicen que caí, perdóname,
por no devolverte todas las sonrisas que te he robado.
Si te dicen que caí, no les creas,
pues tú sí que sabrás si he caido de verdad.
Si te dicen que caí, probablemente...
probablemente lo digan porque me he tropezado.
Si te dicen que caí, y si he caido de verdad,
caeré triste porque no pudiste ser lo último que viera.
Si te dicen que caí, has de saber,
que mis ojos burbúja te tuvieron en la retina.
Si te dicen que caí, si te dicen que caí,
llámame, que yo te contaré.