miércoles, 10 de febrero de 2010

cosas que pasan...

La pata le dijo al pato:
- Eres palmípedo, y no gato
Y el pato le dijo a la pata:
- ¿Y porqué mi pico tu pluma no cata?
La pata al pato respondió:
- Por que no recibe quien no dió

¡Cuánto gas tiene la gaseosa! Y la de burbujas que en la copa se posan. Grato fenómeno carbonatado al paladar que se inicia en el cortejo del bravo elemento en el continente; los ojos se recrean en ese sinuoso baile mientras el gaznate suspira por el cosquilleo que esa comparsa a su paso le ha de proporcionar. El helor que desprende el brebaje contagia la mano que lo ha de llevar a esa boca sedienta, esa mano que apenas contiene la emoción y embargada por el sentimiento se ve presa de una debilidad momentanea. Apenas unas décimas de segundo son suficientes para que la copa se precipite al suelo, rompiéndose en mil pedazos, derramando irremediablemente la promesa del placer en forma de líquido, y promoviendo unas palabras que retumban en la sala:
-¡¿Pero tu estás tonto o sólo opositas a la plaza?!

La pata le dijo al pato:
-¡Pato, pita!
Y el pato le dijo a la pata:
-¡Pata, puta!